Políticos de diferentes partidos exigen a Reyval que renuncie al proyecto y se felicitan por la alta asistencia. La organización calcula que más de 5.000 personas se sumaron a la masiva marcha por la capital del Turia.
Mas de 5.000 personas, según datos de la organización y la Policía Nacional, tomaron ayer el centro de Valencia para unir sus voluntades y manifestarse en contra de la incineradora que Reyval quiere instalar en l’Alcora con la autorización de la Conselleria Medio Ambiente.
Y es que los ciudadanos se muestran convencidos de que la planta “puede ser seriamente perjudicial para nuestra salud”. Emotividad, rabia, sentimiento y, en definitiva, amor por la tierra es lo que se pudo respirar en este evento. Especialmente tierna fue la presencia de niños que gritaban el lema No a la incineradora portando pancartas con frases como Yo quiero crecer aquí.
Los pequeños abrieron el desfile desde la plaza San Agustín, por delante de los adultos, que mostraban carteles como el que portaban la alcaldesa, Merche Mallol, y la corporación municipal de l’Alcora; el alcalde de la vecina Sant Joan de Moró, Vicente Pallarés, plataformas ciudadanas y asociaciones de vecinos.
Otras caras conocidas en el sector político fueron las del número uno del PSOE al Congreso, Ximo Puig; el diputado autonómico de Compromís, Josep Maria Pañella; el portavoz del Bloc en la Diputación Provincial, Enric Nomdédeu; las diputadas nacionales por el PSOE, Antonia García y Susana Ros; el diputado autonómico Francisco Toledo y la diputada autonómica por EU Marina Albiol, entre otros.
Sin embargo, lo más impresionante fue la variedad de procedencias de los asistentes, llegados también de Castellón, Vila-real, Onda, Ribesalbes, Costur, Figueroles o Llucena. Muchos de ellos portaban ataúdes que simbolizaban la que consideran “alta propensión a padecer enfermedades debido a la planta”, así como las coronas con el nombre de las poblaciones y las lápidas con el epitafio de la muerte de un pueblo.
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