La Guardia Civil interviene con el objetivo de disolver la nueva concentración . La protesta contra la inicineradora regresa a las puertas de la empresa.
Las movilizaciones contra la incineradora que Reyval proyecta en l’Alcora regresaron ayer a las puertas de la empresa. Y es que, desde las 7.00 y hasta las 8.30 horas de la mañana, un grupo de unas 150 personas desafió a la meteorología para impedir la entrada o salida de camiones desde la mercantil. Su intención era demostrar que la movilización irá a más, sobre todo si no hay respuesta de la Conselleria de Medio Ambiente tras el recurso de alzada presentado para paralizar la autorización de la planta.
Con pancartas y letreros, no dejaron entrar a ningún vehículo hasta que acudieron la Guardia Civil de l’Alcora y Vilafamés y los vecinos abandonaron la protesta de forma pacífica. Ya por la tarde, de las 15.00 a las 16.30 horas, los manifestantes regresaron y aún fueron más los concentrados.
Y es que la movilización ciudadana no cesa a la espera de la contestación de la Generalitat y se ha colado en la campaña electoral. En concreto, el pasado fin de semana, el Grupo de Participación Ciudadana se manifestó en los mítines del PP y del PSOE en Castellón. Además, prosigue la campaña de recogida de firmas en apoyo a la petición de la plataforma para que los máximos responsables de Salud Pública de la provincia avalen que el proyecto resulta “peligroso para la salud”.
Y es que, según señalan, la mayoría de investigaciones epidemiológicas realizadas sobre las incineradoras señalan que estas infraestructuras afectan a la salud de la población “situada en una radio de 25 kilómetros” lo que, trasladado a la provincia, supone unas 350.000 personas.
Este tipo de estudios pone de manifiesto la existencia “de una relación directa entre la construcción de incineradoras y el aumento de enfermedades como el cáncer, las alteraciones de sistema nervioso central, del sistema inmunológico y otras que tienen que ver con los contaminantes emitidos por ellas, metales pesados, dioxinas y furanos, PCBs, etc”, remarcan. La incineradora prevé tratar un volumen de unas 135.000 toneladas de residuos tóxicos y peligrosos al año, lo que supondría la mayor instalación de este tipo en toda España.
NUEVAS ASAMBLEAS // Mientras se conoce la decisión final de la Generalitat valenciana, tampoco cesan las actividades informativas.
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