Esperanza

Sin duda, sea uno cristiano o no, la Navidad es una festividad entrañable y humanizante. Tiene ese toque melancólico que todos/as necesitamos de vez en cuando para ayudarnos a recordar lo necesario que es reforzar el vínculo familiar o para restablecer aquella relacionalidad que nos hacia feliz y que por cuestiones absurdas quedó rota o maltrecha por el camino. Se crea en algo o no, la Navidad parece estar ahí para realizar una tarea social importante: reforzar el vínculo familiar.

Y digo esto porque, desde mi punto de vista, estas navidades parecen un poco diferentes a todas las demás que he vivido en este precioso pueblo en el que nací hace ya 38 años. Estas navidades la familia parece ser algo más extensa de lo habitual. ¿Por qué? Porque mientras otros años se solían expresar en nuestras pequeñas obras de arte navideñas —el belén o el árbol— deseos, voluntades o expectativas tanto individuales como, sobre todo, familiares, este particular año la tendencia ha cambiado. Hoy la gente pide a la Navidad y al nuevo año "esperanza", tanto para ellos y sus parientes como para el resto de ciudadanos y ciudadanas de L´Alcora. No sólo quieren que les dejen vivir en paz, sino hacerlo "en" su comunidad y "con" su comunidad.

Muchas y muchos de los que mirarán estás fotos sonreirán ante la ocurrencia del artista o la artísta, no es para menos, pero también les generará un caudal de sentimientos y emociones al recordar todo lo vivido y pensar en todo lo que, por desgracia, todavía nos queda por vivir en este conflicto que tanto nos aflige. La Navidad no es ni puede ser agena a estas cosas del día a día porque, por encima de todo, ancla su sentido en la tierra de la esperanza, de la relacionalidad, de la intersubjetividad; cuestiones todas ellas que están en juego estás navidades.

Creo que los alcorinos y las alcorinas hemos demostrado suficientemente durante los últimos cinco meses que nos importa, y mucho, la vida en comunidad y en esta comunidad concreta. No queremos que nos den un futuro mejor en otro lugar, queremos que nos dejen la libertad necesaria para poder construir aquí y ahora nuestro propio futuro y el de nuestros hijos.

Para mí, estas navidades van a ser muy especiales. No soy creyente, ni tampoco ateo o agnóstico, pero sí sintiente, y cuando celebre esta Navidad con mi familia voy a tener muy presente a todo el pueblo de L´Alcora, de Moró, de Figueroles, de Costur y al resto de la comarca de L´Alcalatén. Estas navidades ese ‘ligatio’ que nos ‘ob-liga’ a relacionarnos, a estrechar lazos con los demás y las demás comunidades hermanas, lo siento más fuerte que nunca.

Durante todo este tiempo he aprendido una cosa muy importante que me hace sentir menos vulnerable y más feliz, que estoy orgulloso de formar parte de esta comunidad.