La provincia de Castellón parece haberse tomado muy en serio eso del cambio climático. De un tiempo a esta parte, los proyectos sostenibles han ido ganando terreno y no hay Ayuntamiento -ni tampoco empresa privada- que se precie que no siga a rajatabla una serie de políticas medioambientales básicas. Con todo, lo cierto es que Castellón ha avanzado mucho en esta materia, hasta el punto de que ha logrado convertirse en un territorio autosuficiente desde el punto de vista energético. Y es que la provincia genera ya un 85 por ciento más de energía de la consume, lo que le permite exportar este valorado recurso a las regiones vecinas.
De hecho, según señala un informe elaborado recientemente por la Agencia Valenciana de la Energía (AVEN), organismo dependiente de la Generalitat Valenciana, cerca del 40 por ciento de toda la potencia eléctrica instalada en la Comunitat se concentra en territorio castellonense.
Así pues, no es de extrañar que el mismísimo director de la AVEN, Antonio Cejalvo, considere a Castellón «todo un referente en materia energética», gracias principalmente a su sistema de generación basado en las energías renovables y en las centrales de alta eficiencia.
En este sentido, hay que destacar que aproximadamente el 72 por ciento de toda la electricidad 'verde' generada en la Comunitat Valenciana procede de las instalaciones de Castellón.
Además, alrededor del 30 por ciento de toda la potencia eléctrica de la provincia procede de energías renovables, fundamentalmente de los parques eólicos pero también de instalaciones solares y minihidráulicas. El resto tiene su origen en las centrales de ciclo combinado de gas natural.
En este contexto, señalar que la comarca de l Plana Baixa se posiciona como la mayor productora de energía fotovoltaica de la provincia, seguida de la Plana Alta, l'Alcalatén y el Alt Maestrat. Además, Castellón cuenta con más de 9.000 metros cuadrados de placas solares destinadas a la creación de energía solar térmica, destina principalmente a la producción de calor.
Por otro lado, la provincia dispone de hasta ocho centrales hidráulicas, todas ellas localizadas en el cauce del río Millars. Se trata de un sistema con un impacto ambiental mínimo y alto rendimiento energético que aprovecha la corriente del agua para generar electricidad.
Sin embargo, parece que el recurso más utilizado en la provincia es el viento, ya que hay 16 parques eólicos en funcionamiento -enmarcados dentro del denominado Plan Eólico de la Comunitat Valenciana y situados, sobre todo, en la comarca de Els Ports.
Al respecto, señalar que estos parques suman en conjunto una potencia aproximada de 590 megavatios y generan electricidad para el consumo de un millón de habitantes. Y es que la energía eólica ha conseguido desbancar a la nuclear como mayor productora de electricidad de nuestro país con más de 4.738 gigavatios a la hora.
Pero no todo son grandes proyectos multimillonarios, los pequeños gestos promovidos por los ayuntamientos y demás entidades públicas o privadas también contribuyen en gran medida al cuidado del medioambiente. Así pues, cada vez resulta más habitual el reparto de dosificadores de agua entre los vecinos y vecinas de cada municipio, la distribución de bombillas de bajo consumo o incluso de bolsas especiales para separar los residuos según sean de plástico, vidrio o papel y así favorecer el reciclaje. La puesta en marcha de servicios de préstamo gratuito de bicicletas, la organización de campañas de plantación de árboles o el simple hecho de sustituir las bombillas tradicionales de los adornos navideños y festivos por otras de tecnología 'led' también se enmarcan en el listado de buenas prácticas de las corporaciones castellonenses.
En este sentido, el Consistorio de la capital de la Plana ha sido uno de los pioneros pero, además, ha querido dar un paso más allá. Así pues, a parte de poner a disposición de los ciudadanos un ecoparque móvil para que ya no tengan excusa para no reciclar, tiene previsto implantar en breve el denominado Plan Estratégico de Sostenibilidad, en cuyo diseño jugarán un papel fundamental los propios vecinos y vecinas de la localidad y que sentará las bases de las políticas medioambientales a seguir de cara al futuro más próximo. Y es que al fin y al cabo de lo que se trata es de seguir avanzando y lograr que ya no sólo la ciudad de Castellón sino toda la provincia piense en 'verde'.
Puntos negros
Sin embargo, en Castellón existen todavía auténticos 'puntos negros' desde el punto de vista medioambental, capaces incluso de ensombrecer todos los logros alcanzados con anterioridad. Los vertederos incontrolados o la emisión de humos tóxicos por parte de algunas compañías echan por la borda el trabajo de todas esas personas que se han esforzado por lograr que la provincia pueda hacer gala de una imagen limpia y sostenible.
Pero, sin duda, lo que más preocupa a la sociedad es el hecho de que las administraciones sigan avalando la creación de infraestructuras -vease por ejemplo la incineradora de residuos tóxicos y peligrosos que Reyval tiene planteada en l'Alcora y a la que el Consell ya ha dado su visto bueno- que nada tienen que ver con esa filosofía del respeto y el cuidado del medio ambiente de la que tanto presumen cuando les conviene.
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