La alcaldesa de l'Alcora, Merche Mallol, manifestó ayer su desacuerdo con la resolución ambiental integrada favorable a la empresa Reyval, mediante la que se procedía a la autorización de la ampliación de la actividad de tratamiento de residuos que esta empresa realiza en el municipio. Como primera medida, la Conselleria y el Consistorio de l'Alcora se encargaron ayer de realizar una inspección a la empresa implicada para conocer personalmente el estado de sus instalaciones y poder decidir si paralizan su funcionamiento de nuevo. Tras la visita de reconocimiento el grupo popular convocó a los vecinos de la zona para reactivar la comisión de seguimiento de la compañía, que desde hace un año y medio no se reunía, con el objetivo de informar de la situación actual del tratamiento de los residuos.
El actual equipo de gobierno recibió la noticia de la autorización con asombro tras considerar que sus antecesores, liderados por el socialista Javier Peris, habían continuado con la presentación de las alegaciones pertinentes para impedir dicha práctica. Ante el «ocultismo» del exalcalce, que no informó de la paralización de las argumentaciones ni al resto de grupos políticos, ni a los vecinos, la alcaldesa actual se ha encargado de trasladar la gravedad del problema al director general de Calidad Ambiental de la Generalitat.
La edil, Merche Mallol, reiteró su oposición a la planta de tratamiento de desperdicios, ya que desde un principio su partido manifestó su disconformidad, de la misma manera, anunció que su equipo de gobierno hará todo lo que este a su alcance para paralizar la medida de aprobación, asegurando que «desde la legalidad y siempre al lado de los vecinos presentaremos los recursos que sean necesarios y contactaremos con los mejores abogados en la materia, aunque no ses fácil a estas alturas».
La alcaldesa añadió que su objetivo es no abandonar a los residentes de l'Alcora, «como hizo mi predecesor», aunque asegura que «ahora entendemos la huida precipitada del señor Peris», síntoma del grave estado en el que se encontraba la problemática. Además de reunir a representantes de Conselleria y del Ayuntamiento, también fueron citados todos los portavoces de los partidos políticos y de la ciudadanía, a quienes se les ha trasladado la gravedad de la confirmación propicia para la empresa.
Todos los salpicados por el contratiempo fueron informados sobre los datos relativos al cese de presentación de las argumentaciones contra la empresa Reyval que, desde marzo del pasado año, el Partido Socialista entonces en el gobierno, «no llevaba a cabo». Esta actuación promovida por el actual equipo de gobierno permite pocas maniobras dado el avanzado estado en el que se encuentra el proceso, por el que la empresa obtuvo, de manera silenciosa, la licencia de actividad que autorizaba la reanudación del tratamiento de residuos.
Finalmente Mallol aseguró que su equipo trabajará para subsanar el daño ocasionado a los vecinos y así evitar que se reproduzcan este tipo de actuaciones.
El actual equipo de gobierno recibió la noticia de la autorización con asombro tras considerar que sus antecesores, liderados por el socialista Javier Peris, habían continuado con la presentación de las alegaciones pertinentes para impedir dicha práctica. Ante el «ocultismo» del exalcalce, que no informó de la paralización de las argumentaciones ni al resto de grupos políticos, ni a los vecinos, la alcaldesa actual se ha encargado de trasladar la gravedad del problema al director general de Calidad Ambiental de la Generalitat.
La edil, Merche Mallol, reiteró su oposición a la planta de tratamiento de desperdicios, ya que desde un principio su partido manifestó su disconformidad, de la misma manera, anunció que su equipo de gobierno hará todo lo que este a su alcance para paralizar la medida de aprobación, asegurando que «desde la legalidad y siempre al lado de los vecinos presentaremos los recursos que sean necesarios y contactaremos con los mejores abogados en la materia, aunque no ses fácil a estas alturas».
La alcaldesa añadió que su objetivo es no abandonar a los residentes de l'Alcora, «como hizo mi predecesor», aunque asegura que «ahora entendemos la huida precipitada del señor Peris», síntoma del grave estado en el que se encontraba la problemática. Además de reunir a representantes de Conselleria y del Ayuntamiento, también fueron citados todos los portavoces de los partidos políticos y de la ciudadanía, a quienes se les ha trasladado la gravedad de la confirmación propicia para la empresa.
Todos los salpicados por el contratiempo fueron informados sobre los datos relativos al cese de presentación de las argumentaciones contra la empresa Reyval que, desde marzo del pasado año, el Partido Socialista entonces en el gobierno, «no llevaba a cabo». Esta actuación promovida por el actual equipo de gobierno permite pocas maniobras dado el avanzado estado en el que se encuentra el proceso, por el que la empresa obtuvo, de manera silenciosa, la licencia de actividad que autorizaba la reanudación del tratamiento de residuos.
Finalmente Mallol aseguró que su equipo trabajará para subsanar el daño ocasionado a los vecinos y así evitar que se reproduzcan este tipo de actuaciones.
Fuente: Las Provincias
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